?Ah, que estupida es la juventud ! Un dia logre que mi padre consistiese en que diesemos en casa un concierto de piano y violin Roman y yo a base de las composiciones de Roman. Fue un exito clamoroso1. Los asistentes estaban como electrizados. No, no, Andrea, por mucho que yo viva es imposible que vuelva a sentir una emocion semejante a la de aquellos minutos. A la emocion que me destrozaba2 cuando Roman sonrio con los ojos casi humedecidos.
Un rato despues, en el jardin, Roman se daba cuenta de aquella extatica adoracion que yo sentia por el y jugaba conmigo con la curiosidad cinica con que un gato juega con el raton que acaba de cazar. Entonces fue cuando me pidio mi trenza. – No eres capaz de cortartela para mi –dijo, brillandole los ojos. Yo no habia sonado siquiera3 una felicidad mayor que la de que el me pidiera algo. La magnitud4 del sacrificio era tan grande, sin embargo, que me estremecia5. Mi cabello, cuando yo tenia dieciseis anos, era mi unica belleza.
Aun llevaba una trenza suelta, una unica, gordisima trenza que me resbalaba sobre el pecho hasta la cintura. Era mi orgullo. Roman la miraba dia tras dia
Al dia siguiente, al mirarme al espejo, me eche a llorar. ?Ah, que estupida es la juventud ! … Al mismo tiempo un orgullo humildisimo me corroia9 enteramente. Sabia que nadie hubiera sido capaz de hacer lo mismo. Nadie queria a Roman como yo… Le envie mi trenza con la misma ansiedad un poco febril, que friamente parece tan cursi10de la heroina de una novela romantica. No recibi ni una linea suya en contestacion. Carmen LAFORET, Nada, 1944 1. Retentissant 2. Briser 3. Meme pas 4. L’ampleur 5. Faire fremir 6. Serrer 7. Bourreau 8. Trancher 9. ronger 10. mievre